El catering para una reunión, sea de negocios, social o familiar, implica organizar muchas más cosas que la provisión de los alimentos y bebidas que se van a servir a los invitados.
Es una actividad compleja, que comienza con las sugerencias del Cocinero, pero que requieren de una cuidadosa planificación posterior, para compatibilizar necesidades y recursos, en procura de los mejores resultados.
La tarea, depende de infinidad de factores: horarios, culturales, etarios, etc., que condicionan y orientan la selección de platos más pertinente, para la atención de los asistentes.
Acordada la selección de platos, se requiere planificar cada detalle: la calidad de los productos para la elaboración, la supervisión de la fabricación, la organización de entrega y el entrenamiento del personal de servicio que atenderá la reunión –maître, cocineros asistentes, mozos y azafatas–.
Se trata de llevar a la práctica la Regla de Oro de un servicio eficiente: el compromiso y la responsabilidad de propiciar el ambiente más favorable para el desarrollo de la reunión.
